sábado, 11 de agosto de 2012



Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual recorrer, no te metas en cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga…
 Donde el corazón te leve, de Susana Tamaro.

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